Tabaquismo

colillas

Reconocido por la OMS como una adicción, el tabaquismo genera una dependencia tanto orgánica como psíquica. Produce esclavitud psíquica. Se trata de una adicción muy particular porque, a diferencia de otras, está socialmente aceptada.

¿Por qué comenzamos a fumar? Y, ¿Por qué mantenemos el hábito?

La primera vez que damos una calada a un cigarro y llevamos el humo a nuestros pulmones tenemos una sensación super desagradable, vomitiva. Esas sensaciones tan repulsivas son precisamente las que nos hacen pensar que nunca nos engancharemos y que podremos dejarlo cuando queramos. Pero lo seguimos haciendo la mayoría de las veces porque también lo hacen nuestros amigos o compañeros. En esta fase, juega un papel importante la publicidad que se encarga de vendernos el tabaco como algo que nos relajará, que nos hará disfrutar más de la vida, que nos hará atractivos. Después, el cigarro se va convirtiendo en una especie de apoyo, supuestamente nos proporciona ayuda para realizar ciertas cosas; superar situaciones estresantes, afrontar una entrevista, etc. y hay quien lo llega a ver como a un amigo que le acompaña en momentos de soledad. Muchas personas que fuman odian el olor y el sabor del tabaco, pero creen que los cigarros les relajan. Ven al cigarrillo como un aliado y no cómo un objeto tremendamente nocivo. Por supuesto, esto es un espejismo, ya que realmente el cigarro nos aporte ninguna cualidad que no tengamos en su ausencia, realmente.

Y así poco a poco, encender un cigarro, va incrementando la adicción psicológica y la adicción física. Para reducir esa adicción física, volvemos a encender otro cigarro y así sucesivamente hasta caer en la trampa del tabaco y hacernos realmente adictoa al trabajo. Además, cada vez que una persona vuelve a encender otro cigarro, va restando la capacidad de resistencia a la adicción.

¿Todos los fumadores son iguales?

En la conducta de fumar participan varios elementos que determinan el grado de motivación del fumador y la cantidad consumida. Hay personas que fuman para:

  • Encontrar un estado de relax.
  • Para aplacar la soledad.
  • Para reducir emociones desagradables (estés, angustia, etc.)
  • Simplemente porque es habitual.

* O una mezcla de estos factores.

Existen indicadores para evaluar el tipo y el grado de fumador. Se usan pruebas para localizar los hábitos asociados al cigarro (tomar un café, leer, hablar por teléfono, discutir, esperar, etc. Es decir, se localizan momentos donde hay una mayor necesidad de fumar. Se evalúa de forma personalizada.

Además, a cada persona se le enseñan las técnicas que necesite (relajación, respiración, distracción de la atención al cigarrillo… Cuando una persona quiere dejar de fumar, es importante conoces sus motivaciones personales para hacerlo y tenerlas en cuenta en todo momento.

¿Qué sustancia o sustancias son las que nos producen la adicción? ¿Cómo actúan?.

De todas las sustancias nocivas que lleva el tabaco, la más adictiva es la nicotina. El “síndrome de abstinencia” se produce especialmente ante la falta de nicotina en el cuerpo. La nicotina es una sustancia tan dañina para el organismo, que poco después de apagar el cigarro, el cuerpo se pone rápidamente a trabajar para expulsarla.

A su vez, el fumador empieza a notar la sensación de privación de la droga y llega el Síndrome de Abstinencia; el mono. Y esa sensación es la que le lleva a encender otro cigarro. De este modo se alimenta la adicción. Y cuanto más se fuma, menor es la resistencia a la adicción.

Cuando una persona se propone dejar de fumar, al “síndrome de abstinencia’ físico hay que sumarle los factores psicológicos, que tienen un peso tremendo. La persona asocia “el mono” a la pérdida de ese compañero o apoyo que tuvo en el cigarro. Se siente privada de ese bastón que le permitía apoyarse en determinadas situaciones.

Esta es la Adicción Psicológica, que creo es la más difícil de erradicar.

¿Por qué resulta tan difícil dejar de fumar?

Adicción PSICOLÓGICA. Porque se ve al cigarro como:

  • Un bastón en qué apoyarnos para calmar los nervios de situaciones concretas como; una entrevista, un examen, esperar una noticia, etc.
  • Un compañero incondicional que nos ayuda a reducir emociones negativas (miedo, tristeza, la ira, la rabia…).
  • Algo que nos hace disfrutar en situaciones sociales (una boda, café con amigos, etc.)

Respecto a la adicción FÍSICA aparece el “síndrome de abstinencia” que puede causar:

  • Estados de ansiedad.
  • Falta de concentración.
  • del sueño.

Y cuando se plantea la decisión firme de dejar de fumar aparecen dudas y temores, sobre lo que será su vida sin tabaco, se preguntan si disfrutarán de las situaciones sociales del mismo modo que lo hacen los fumadores. Aparece un gran miedo a sentirse privado de algo muy placentero.

El miedo a dejar de fumar es tan grande que impide que las personas comprendan que es la falta del cigarro lo que genera ese temor y no las situaciones que se les va a plantear a lo largo de la vida (exámenes, celebraciones, momentos de soledad y espera, conduciendo…).Tienen miedo a no saber superar esas situaciones sin tabaco. Y no comprenden que el tabaco no suma capacidades. En cualquier caso resta capacidades (de concentración, te hace estar más alterado, más tenso, etc).

De hecho, las personas no fumadoras afrontan perfectamente los retos de la vida y disfrutan de situaciones sociales más que los fumadores, sin lugar a dudas, porque no tienen que estar pendientes del tabaco. Superar esos miedos son la clave para decir ADIOS al tabaco para siempre.

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